La palabra convalecencia
proviene en su etimología del vocablo
latino “convalescere”, cuyo significado es recuperar fuerzas. Se utiliza en
Medicina para designar el período temporal
que sobreviene en un paciente que ha sufrido una enfermedad viral o bacteriana,
un accidente traumático,
una cirugía, una intoxicación, una quemadura, etcétera,
que se considera curado; durante el cual se recupera, y sus órganos y funciones van
adoptando su correcto estado.
El período
de la convalecencia termina con la recuperación total de la salud de la persona. Si
durante el período de convalecencia se produce un rebrote de la enfermedad, o
efectos colaterales (por ejemplo, una infección intrahospitalaria,
contraída en el lugar donde se estaba produciendo su recuperación) ya no es
convalecencia pues el individuo vuelve a estar enfermo, y será de nuevo
convalecencia cuando se certifique su nueva curación.
El tiempo
que dura la convalecencia es variable,
dependiendo de la enfermedad contraída y de la respuesta del organismo del
propio paciente, que puede contar con mayor o menor poder de recuperación,
dependiendo de la edad, de las defensas orgánicas y de su estado general. Por
ejemplo la convalecencia de una gripe puede tardar entre una semana y quince
días si se trata de personas ancianas o inmunodeprimidas, hasta que el paciente
recupere sus fuerzas y pueda realizar una vida normal.
Etapas de la convalecencia.
Son
cuatro las etapas de la convalecencia las cuales nos ayudan a percibir a simple
vista el estado del paciente rápidamente.
1. Fase de la lesión aguda: Clínicamente el paciente tiende a
presentar pulso rápido (frecuentemente acompañado de un aumento del gasto
cardiaco), se siente enfermo o incapaz, muchas veces desea dormir
excesivamente, si tiene dolor requiere medicación, no desea que lo moleste nadie,
suele evitar las luces intensas y, cuando encuentra una posición cómoda, desea
persistir en ella inmóvil y sin que lo molesten.
En la cirugía limpia y electiva de la práctica civil, la intervención quirúrgica inicia la lesión. Si la técnica quirúrgica es meticulosa y eficaz la primera fase de la lesión se reduce al mínimo. Después de operaciones del tipo de colectomia, neumectomia, pancreatectomia o amputación mayor, esta primera fase de la lesión dura de dos a cinco días.
2. Fase de crisis: Probablemente esta sea la más espectacular de las fases dinámicas de la convalecencia después de producirse una lesión. Se caracteriza por recuperación del peristaltismo, expulsión de gases, aparición de apetito y deseo inmenso de apetito, diuresis, recuperación del interés por lo que rodea al paciente y deseo de ver visitantes, leer y volver a la vida.
Como todos los aspectos de la convalecencia, este acontecimiento clínico tiene varias causas y diversos efectos. La disminución del pulso, levantarse, sentarse y moverse el enfermo en la cama y un aumento de interés por lo que le rodea y por el alimento también dependen de la disminución del dolor de la incisión, lo cual ocurre aproximadamente del tercero al quinto día. El restablecimiento final de los volúmenes de líquido corporal hasta cifras normales, terminando la secreción de aldosterona, y la aparición de una diuresis libre resultan características. El aspecto clínico es inconfundible, con manifiesta memoria.
3. Fase Anabólica: La fase de lesión aguda ha permitido reunir la mayor parte de los datos metabólicos y endocrinos; la fase de anabólica positiva es la más importante en términos de rehabilitación social, psicológica, sexual y económica. Por este motivo en la literatura esta es la única fase considerada (convalecencia) y las dos fases precedentes solo constituyen fenómenos previos.
La fase anabólica de la convalecencia se caracteriza por aumento de fuerza, apetito, ingreso de alimento, absorción normal y aparición de un balance nitrogenado positivo prolongado que se conserva hasta que se han recuperado las pérdidas iniciales de nitrógeno.
La proporción calorías-nitrógeno de ingreso necesario en la fase anabólica de la convalecencia es de aproximadamente 150 calorías por gramo de nitrógeno.
4. Fase de aumento de grasa: Durante la etapa de recuperación del metabolismo nitrogenado hasta un balance nulo (indicando que la masa muscular se ha restablecido y que la retención nitrogenada se ha disminuido hasta el mínimo necesario para sustituir las perdidas por desgaste) el paciente sigue ganando peso y con un balance calórico positivo si no trabaja demasiado ahora gana exclusivamente grasa.
Si por cualquier motivo el paciente pasa a la fase de ganancia de grasa, pero no hace el ejercicio adecuado, puedo ganar demasiado peso o incluso volverse obeso por esta ganancia tardía de grasa después de un traumatismo.
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